martes, 6 de septiembre de 2011

Oye, te hablo desde la prisión



“Mirá, acaba de haber un accidente. Hay tres personas graves en la esquina de Corrientes y Pueyrredón”. Me lo dijeron justo después de que sonara una grabación con: "esta llamada se origina en un centro penitenciario", así que debía estar hablando con un policía o algo así.

Nadie tenía el número del fijo. Tal vez estaban llamando a la dueña del apartamento. Les dije que hablaran con ella. Me puse en su lugar: también es extranjera, debe conocer a pocas personas y ellos son su apoyo lejos de casa. Lo menos que puedo hacer es avisarle o ayudar a que le avisen. Me dijeron que estaban haciendo las llamadas de rigor y que la podían incluir en la lista. Les di el número de su celular.

Como por esos días yo estaba haciendo mis trámites de residencia. Cada vez que iba a alguna parte a hacer una de esas vueltas, a conseguir un certificado, me pedían los nombres de mi papá y de mi mamá. Igual que en la llamada. Y les di los nombres, “para llenar la planilla”. También les dije que era colombiano.

Estaba nervioso, queriendo avisar del accidente. Me imaginaba a alguien que esperaba desangrado el auxilio de un familiar o de un amigo que no era yo. Pero la conversación tomó otro tono. “Mirá Flavio, tomá las cosas con calma. Tenemos a tu viejo maniatado y con una pistola en la cabeza. Si cortás la llamada, si llamás a la policía o si metés a un tercero, no lo volvés a ver”. Estaba atónito.

Eso nunca me pasó en Colombia. En un instante se me hizo un nudo en la cabeza con los recuerdos de amenazas a amigos y conocidos que resultaron siempre ser ciertas y que llegaban directamente, sin tanto discurso. Me acordé también de las recomendaciones que han repetido durante años en campañas y noticieros para no ser otra víctima de secuestros, robos y asesinatos. Por esa vía recordé cuentos similares pero lejanos e inasibles como un eco, sobre pequeñas tragedias de fraude telefónico.

El tipo seguía al otro lado del teléfono en una perorata, y cuando fui consciente otra vez de lo que pasaba, sólo alcancé a captarle una frase. "¡No somos ningunos pelotudos!". Explicación no pedida, acusación manifiesta. Acudí a lo irremediable de la muerte. “Pero cómo, si mi papá murió hace dos años”. Una mentira, claro, que me costó decir. “Entonces, tu mamá qué. Tenemos amigos en Colombia. Llamá a tu casa a ver si están bien y verás que es cierto lo que te decimos”.

Me acordé de cómo mis profesores de la Universidad insistían en la importancia en la verosimilitud de los relatos, y esta historia ya tenía carencias argumentativas. Así que colgué. Enseguida llamé a la policía, a la dueña del apartamento, avisé a mis amigos por e-mail y mandé un par de tuits. Hecho eso llamé a mis papás, que estaban bien, por supuesto y busqué esta nota, para que no les pase igual.

8 comentarios:

  1. Flavio! a mí me pasó, en Córdoba, me dijeron que había un accidente donde estaba involucrado un auto, una moto y un colectivo (como para no errarle) y luego la misma historia que a vos. La cosa es estaba con un amigo que al verme la cara me obligó a cortar rápido, y la cosa no pasó de ahí. Luego hice la denuncia y los policías ya sabían el verso antes de que se los cuente. Al poco tiempo atraparon a una pareja que se dedicaba a esto, e incluso recibía electrodomésticos en parte de pago por el "supuesto" secuestrado. Un espanto, el susto que te da no se lo deseo a nadie!
    Abrazo!

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  2. Que horror. A mi hermana la llamaron para avisarle del "accidente" justo cuando mis padres y yo volviamos de un entierro. Pero tuvo la presencia de animo de llamar al celular de mama mientras hablaba con esos delicuentes. Cuando se dio cuenta, los puteo y les corto.
    Lamento que hayas pasado por una situacion asi.

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  3. No, no, no. Definitivamente esto si que fue un trago amargo. Menos mal que no pasó a mayores.

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  4. @Ceci Bazán Sí, luego varias personas me dijeron que era muy común. Incluso hubo a quiénes les había pasado más de una vez, pero bueno, creo que así vamos contando cómo lo hacen y que la gente no se deje. ¡Unidos contra el crimen! :P

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  5. @Ana O'Reilly Lo que más molesto me dejó no fue tanto el intento de fraude, sino la extorsión emocional, cómo juegan con la buena fe. Ahora si me llaman se me ocurren mil cosas qué decirles.

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  6. @Natalia Sí, menos mal. Lo malo fueron los días siguientes, porque alcancé a dar algo de información :-/ menos mal no pasó nada.

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  7. Flavio: la grabacion que escuchaste avisando que el llamado procedia desde una prision era para alertarte de que estabas siendo llamado por un prisionero, no por un policia.
    Este aviso se implemento justamente para evitar los secuestros virtuales que se hacian desde las carceles.
    Lamento tu experiencia. Saludos,
    Alejandro.

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  8. @Alejandro Claro, tienes razón. Después de respirar un poco me di cuenta de eso, y encima lo leí luego en un artículo de internet donde busqué información al respecto. Habrá que ponerle más atención a esos avisos. :-/

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