sábado, 2 de julio de 2011

Colombia vs Bar Iberia


Hoy fue el partido de Colombia contra Costa Rica, en la Copa América. Mi hermana que está de visita, Camilo, su novia y yo nos fuimos a un café en Avenida de Mayo para verlo. Estaba cerrado, así que llegamos al Bar Iberia comenzado el primer tiempo. Pasaban el juego en uno de los dos televisores que tenían prendidos, el otro transmitía en silencio un especial sobre Jimmy Hendrix.

En este país que se desvive por el fútbol, en el que hubo más de 70 heridos por el descenso del River Plate, en que se creó la Iglesia Maradoniana, y en el que a un jugador se le hace una estatua, en este lugar, nadie miraba el televisor. Hay que decir que había poca gente, leyendo.

Camilo pidió que subieran un poco el volumen del televisor, al menos lo necesario para escuchar sin desconcentrar a nadie en el bar biblioteca.  El mesero se acercó para tomarnos el pedido. “¿Qué quieren  tomar?”. “Dos cafés dobles y una cerveza”. “El café viene con un pastel, ¿lo quieren así?”. “Sí, gracias.”. Respondíamos mientras mirábamos el partido. El mesero vio por un momento la pantalla. “¿Quiénes juegan?” - Sorpresa - “Colombia y Costa Rica”.

Mientras esperábamos, Colombia jugaba como nos tiene acostumbrados: regular tres cuartos, contra un equipo que francamente hacía poco. Al rato llegó el mesero, que hay que decirlo, amabilísimo y cálido. “¿De dónde son?”. “De Colombia”. “Ah”. Al rato regresó con el pedido, cerveza, cafés y, como un detalle, los pasteles traían uno la bandera argentina y el otro, suponemos, la bandera colombiana, que era la venezolana puesta al revés. Nos reímos un poco sin darle mayor importancia, vale la buena intención.

Colombia metió un gol, y nosotros celebramos discretamente para no despertar a los lectores y a una pareja de novios junto a la ventana.  Un señor, en la barra, nos vio celebrar y le preguntó al mesero quiénes jugaban. “Colombia y Hungría”. Luego el hombre nos mira y pregunta si estaban jugando “aquí, en la Argentina”. “Sí, por la Copa América”. “Ah”. Y siguió leyendo el diario.

Esto me ha desmitificado un poco la pasión por el fútbol en Argentina, que no es tanto por el fútbol, sólo por Argentina. ¿Será así?

Aparte, el mesero del Bar Iberia era genial.

5 comentarios:

  1. El mesero estaba pero super querido, conversando y super pendiente de nosotros. Muy buena la atención.

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  2. jaja, que raro, un bar en Argentina lleno de gente y uds eran los unicos futbolistas!

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  3. Rease: no sólo eso, ni siquiera sabían quiénes jugaban. Indio no entender.

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  4. Pienso que la gente de Argentina estan demasiado triste sobre River para disfrutar la Copa America.

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  5. Stephanie: no lo había pensado, probablemente tengas razón. Ojalá todo esté un poco más tranquilo.

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